Soulfly - Conquer

Llevo siendo un fan de Sepultura desde hace muchos muchos años. Como todo buen fan sabe, la banda no ha vuelto a ser lo mismo desde la salida de Max Cavalera del grupo y actualmente se han vuelto algo parodia de si mismos. Realmente, la voz de Max era una parte demasiado integral del sonido del grupo como para que el cambio no fuera a peor, por mucho que se esfuerce el bueno de Derrick Green.

Portada de la versión normal

Desde su formación en el 98, Soulfly ha tenido mucho éxito, aun sin poner en el mercado un buen disco. Es más, son todos una basura. Discos terribles, sin calidad compositiva en absoluto y tirando de topicazos que, afortunadamente para ellos, les han dado de comer más que bien. Y como la fórmula funciona, pues a tirar de lo de siempre durante 10 años. Sin embargo, esa pasión por los Sepultura del comienzo y el hecho de que el metal a la vieja escuela vuelve a estar de moda, hacen que cada vez que salga al mercado un disco con Max, al menos le pego un par de escuchas. Es cierto que Dark Ages es mucho más duro y oscuro que sus precursores, y con Inflikted (en Cavalera Conspiracy esta vez) ha conseguido reunir su mejor material desde Roots, pero no es suficiente. Lejos, lejísimos quedan Beneath the Remains, Arise y Chaos A.D.

El trabajo que hoy me ocupa acaba de salir a la venta justo despues de terminar la gira de Max e Igor (oh, perdón, ahora es Iggor). Una vez más, Mark Rizzo acompaña al brasileño a las guitarras, al igual que Bobby Burns y Joe Nunez, los cuales pasan más bien desapercibidos. Arranca de manera decentilla con Blood Fire War Hate, un duo con David Vincent (Morbid Angel) ascendente, sencillo y resultón. Le sigue

Portada de la versión especial con DVD

Unleash, primer single y a la postre de los mejores temas que encontramos, con colaboración de Dave Peters. (Throwdown) Es increible la simpleza insultante de los riffs de esa cancion, pero la producción consigue darle detalles pegadizos. La parte acelerada del final me parece de lo más inspirado del disco. Los siguientes 4 temas marcan la tónica del disco: aburridos, monótonos y del montón. Paranoia no empieza mal, pero no consigue despegar, Warmaggedon es más lenta y pesada, pero nada memorable, Enemy Ghost se acelera, pero los riffs son de princiante y Rough es más hardcore pero sin fuerza alguna. Le cambias las voces y, firmándola cualquier otra banda, no van a ningún sitio. Fall of the Cycophants es otra cosa, más original, más currada y con mejor trabajo de guitarra en general. Le falla mucho la letra, para no variar. Con Doom la cosa parece que si, que el disco está recuperando, pero una vez más la caga el estribillo. ¿Pero que le pasa a este tío? No va un estribillo bueno en todo el disco, parece que lo hace a propósito. El cambio de ritmo típico del grupo al final le da un buen toque a la canción, que no llega a ser un clásico ni mucho menos aun así. La decepción continúa con For Those About to Rot que, una vez más, tiene un buen comienzo hasta que Max empieza hacer de las suyas. Cuando creias que definitivamente ibas a tener que parar tu reproductor (lo de "cambiar de cd" ya no se lleva) empieza la más pesada del trabajo, Touching the Void. No voy a hablar de esta, es puro relleno. El "void" debería haberlo dejado en Escape to The Void. Intentando escuchar el cd por segunda vez, uno se da cuenta de que se había saltado la ya tradicional canción de la saga Soulfly en su VI entrega esta vez. Sorprendentemente decente, es de las pocas que te hace prestar atención desde el principio. Tampoco es nada del otro mundo, y no levanta un disco que ya hace mucho que no tiene opciones de salvarse.

Video de Unleash. Ya podía el guepardo comerse a más de uno.

En general, un nuevo montón de mierdecilla decepcionante, cuando había leído críticas exageradamente positivas. El disco sigue una tónica en casi casi cada canción: riffs insulsos, letras absurdas y trilladísimas y estribillos que no enganchan. Mención especial para Marc Rizzo, que trabaja por todos los miembros del grupo. Se nota descaradamente que Max le ha visto el talento al chaval y lo explota a mansalva. Solea de más y mete licks donde puede para darle algo de profundidad a los riffs (y ni aun así). Esto me hace ponerme aun más triste si cabe por Max, ¿como sonaría este disco sin Marc Rizzo? Quiza tan mal como los numetaleros comienzos del grupo. Brrr...